Las palomas y otras aves
Las palomas, consideradas por una gran parte de la población como animales benéficos son, sin embargo, en la actualidad, el ave plaga más peligrosa para el ser humano.
Se las encuentra tanto en ciudades como en áreas rurales. En las ciudades, las palomas se congregan en masas que pueden llegar hasta varios cientos de individuos. Vuelan en grupo y reposan juntas.
Normalmente tienen preferencia por los edificios grandes para posarse, si bien es cierto que en algunos casos, pequeños grupos habitan sobre casas individuales. Utilizan los puentes, edificios, estatuas, etc. como áreas de perchado, descanso y nidificación. En las áreas rurales habitan en los patios de las granjas, establos, graneros, torres, etc. En general, las palomas son animales que tienden a alimentarse, anidar y descansar rutinariamente en los mismos lugares, en sitos localizados en áreas altas y protegidas.
Se alimentan de basura y restos de comida, que se encuentran a su alcance. Una paloma adulta consume alrededor de medio kilo de comida a la semana. Para facilitar su digestión ingiere con el alimento granos de arena o grava que le ayudan a triturar el alimento.
Las palomas construyen los nidos aprovechando cualquier material, desde sus propios excrementos, ramitas, clips, alambres o incluso esqueletos de otras palomas muertas.
Tienen una gran dependencia del agua. De hecho una paloma adulta puede subsistir sin perder la salud durante varios días sin alimentos sólidos, pero precisan de agua todos los días.
Las crías se alimentan por una especie de sustancia blanquecina regurgitada por sus padres. Después de 4 ó 6 semanas las crías abandonan el nido.
El apareamiento puede ocurrir en cualquier época del año, pero en primavera y otoño se reproducen con especial intensidad. En ciudad, al encontrar buenos anidamientos, se reproducen de forma estable durante todo el año.
En estado salvaje llegan a vivir hasta 15 años o más. Sin embargo en el ámbito urbano raramente superan los 5 años de vida.
Son aves rutinarias que tienden a moverse, reproducirse y alimentarse siempre alrededor de las mismas zonas.
Las palomas, cotorras, zorzales, tordos, gaviotas, gorriones y loros actualmente constituyen una plaga en la Argentina.
Cómo evitar la presencia de aves
¿Qué podemos hacer nosotros para evitar la presencia de aves y las infecciones que traen consigo?
En primer lugar, es necesario preocuparse de no entregarles fuentes de alimento y agua. Para ello, debemos guardar muy bien nuestra basura -estas aves se alimentan de prácticamente todo- y tapar todos nuestros recipientes de comida cuando estos estén a la intemperie o accesibles para las palomas.
En segundo término, debemos impedir que hagan sus nidos en nuestra propiedad, sellando las posibles vías de entrada con mallas, huinchas o lo que esté a nuestro alcance. De esta forma evitamos que ingresen a sectores como altillos o pisos abandonados, lugares que generalmente son aprovechados por estos animales para reproducirse.
Problemas provocados por las aves
Por una parte, las aves causan molestias debido a que depositan sus excrementos en edificios, bancos, estatuas y vehículos. Este hecho no sólo es desagradable a la vista y al olfato, también provoca manchas permanentes o la prematura corrosión y oxidación de algunas estructuras de metal y otros objetos. Además, sus nidos pueden obstruir bajantes de agua.
Por otra parte, desde el punto de vista sanitario, las aves pueden ser portadoras de organismos patógenos y pueden transmitir enfermedades tales como histoplasmosis, ornitosis, salmonelosis y criptococosis. Son, además, hospederos de varios ectoparásitos: Cimex columbarius (chinche del nido de la paloma), Argas relexus (garrapata de paloma), Pseudolynchia canariensis (mosca de la paloma), pulgas, ácaros, arácnidos, etc.