La mayoría de las aves molestas viven en manadas, un orden social interdependiente en el que cada ave actúa como los ojos y los oídos del grupo.
Cuando un ave percibe peligro o una fuente de alimento, la información es transmitida de inmediato al resto de la manada.
Esto explica por qué podemos ver grandes bandadas de aves de repente cambiar de dirección en masa, como si fueran dirigida por una fuerza externa.
Las aves son como el pan
Con la excepción de las aves rapaces como águilas, halcones y buitres, la mayoría de las aves están en un nivel bajo en la cadena alimentaria, por lo que están en constante temor de ser atacados por los depredadores.
La única manera de defenderse es volar lejos del peligro.
Cuando un pájaro es atacado o teme un ataque inminente, hace sonidos de alarma y angustia para avisar al resto de la manada, haciéndola que huir.
Los equipos Bird Gard aprovechan el poder de este miedo innato mediante el uso de grabaciones de alta fidelidad digital de las llamadas de alarma y angustia de más de 100 de las aves molestias más comunes.
Estos sonidos de especies de aves específicas de peligro son cuidadosamente seleccionados e incluidos en las memorias de los equipos junto con el sonido de los pájaros depredadores naturales de cada especie.
Desde hace unos 10 años Sin Aves colabora directamente con la casa matriz de Bird Gard en Estados Unidos desarrollando sonidos especialmente adecuados para repeler aves argentinas y sudamericanas.
Cuando se expone a la combinación de sonidos de alarma, angustia y de los depredadores, las aves objetivo entran en pánico y hacen todo lo posible para huir de la zona.
En algunos casos, se añaden a la mezcla sonidos acoso generados electrónicamente para agitar aún más a los pájaros.
Los repelentes sónicos emiten sonidos audibles y son ideales para entornos abiertos pues cubren grandes extensiones desde 6000 m2 hasta las 12 hectáreas.
Estos productos reproducen 3 tipos de sonidos que combinados y programados por nuestros técnicos logran ahuyentar a la o las especies molestas.
– las llamadas de emergencia y los gritos agónicos propios de cada especie
– los sonidos de sus depredadores naturales, aves rapaces de la Argentina, que a su vez suelen instalarse en la zona, haciendo más real la experiencia
– otros sonidos artificiales como sirenas y chirridos que desorientan a los pájaros e interfieren con las comunicaciones de las colonias.
Los equipos Bird Gard son la herramienta ideal para ahuyentar pájaros de plantaciones frutales, instalaciones mineras, construcciones en general, aeropuertos y otros sitios donde las aves constituyan una molestia.
Somos representantes exclusivos de toda la línea de espantapájaros electrónicos Bird Gard. Los productos Bird Gard están hechos en los EE.UU.
Para más información ingrese a www.birdgard.com